Friday, June 29, 2007

Consideraciones de la Historiografía Chilena

Introducción

Sin duda en la historiografía chilena han existido temas que desatan las más contrarias pasiones, O'Higgins, Portales, Freire, Bulnes, Allende, Pinochet, entre otros, son temas de debate histórico.
En este trabajo abordaré la obra de Francisco Antonio Encina en su generalidad particular, ya que abordar la obra en extenso demandaría mucho tiempo de investigación Tal dificultad no contribuyó a que decayeran mis ánimos, por el contrario, hablar de Encina en mí no resultó ser ningún dogma histórico, su figura y obra está llena de controversias y sus ideales conservadores influencian a personas que no conocen el verdadero objetivo del historiador.
El tema a plantear será el análisis de la figura Diego Portales en la Historia de Chile de Encina y su colocación en el “Olimpo” de la Historia, al situarlo como ¿“organizador de la república”?, y resaltando su figura, razón por la cual se repite año tras año tal argumento.


Desarrollo

El desarrollo de este tópico tendremos que situarlo en el contexto de la República Conservadora (1831-1861), al hablar de Portales Encina le da el título de genio y figura lo que se ratifica en este fragmento:

“En alas de su poderosa inteligencia prescindió por completo de teorías y vaguedades de segunda mano para forjar la realidad directamente”

Al leer a Encina hablando de Portales, da la sensación de que se está al frente de un héroe – tan usual en América Latina - de un personaje con grandiosas virtudes, justificando y haciendo parecer su autoritarismo el más adecuado para la formación del Estado o cómo diría Ricardo Donoso Novoa en sus estudios bibliográficos :

“Encina destaca excesivamente el aporte de Portales a la formación del Estado, haciendo llegar su influencia hasta el parlamentarismo”

Es así que podemos sintetizar el pensamiento de Encina sobre Portales en:

Puntos favorables

- La notable descripción de los sucesos acaecidos en la república autoritaria y la descripción de los hechos de la muerte de Portales[1]
- La viveza y claridad de escritura presente en su Historia de Chile








Puntos Desfavorables

- Interpretación parcial, destacando las virtudes de Portales por sobre los atropellos y dictámenes autoritarios
- Escritos netamente conservadores y tendenciosos, parece mas una historia de españoles que chilenos.
- Poca rigurosidad en la investigación e importancia al patriotismo populista por sobre el proceso histórico.



Consideraciones Generales.

“La glorificación de Portales comen­zó al día siguiente de su asesinato y fueron los círculos gubernativos y la aristocracia ligada al poder autoritario los que mantuvieron un culto sin réplica durante más de dos décadas. El régimen político y el predominio conservador no eran favorables para ideas divergentes. En el fondo, era la necesidad oficial de legitimar el uso aristocrático del poder haciéndolo derivar de un personaje famoso y admirado, cuyo prestigio se cultivaba de manera constante para darle más relieve aún. El mismo sacrificio del ministro le engrandecía en el sentimiento común, entonces y también ahora, debido a la reacción natural frente a la muerte trágica de un estadista. Se tenía el mártir y con él se ennoblecía la causa”[2]

Como nos dice Villalobos hubo una tendenciosa glorificación de grupos conservadores claramente ligados al gobierno de legitimizar la dictadura y el atropello de Portales, como condición sine qua non del silencio.
Pero ¿que lleva a Encina a hacerse eco de una interpretación gloriosa de Portales? Sin duda lo lleva su sesgo histórico y patriotismo barato, legado de su cuna conservadora y primordialmente lo lleva el desconocimiento de las fuentes de la investigación, además de no encontrar en él propuesta creíble.
Me parece increíble que se le eduque a los niños chilenos con este libro y se le considere como una obra monumental, que para mi no significa ni mas ni menos una vil copia de Diego Barros Arana que tampoco se salva de la pluma crítica de este estudiante.
Con el fin de concluir mi análisis sostengo la hipótesis de que Encina escribe desde la óptica española y del racismo – la tendencia racista en Encina se ratifica al llamar al Peruano como Cholo Traicionero – y que lamentablemente las personas comunes y corrientes leen en Chile, desprestigiando la historia chilena y situándola en un contexto anti – social.










[1] Aunque no exento de polémicas puesto que para una parte de la historiografía Chilena como Donoso y Villalobos, el libro de Encina es una copia vil y descarnada del libro de Diego Barros Arana
[2] Villalobos, Sergio. Portales, una Falsificación Histórica. PUCV

1 comment:

Profesor Chagomon said...

El planteamiento de Encina sobre Portales es bastante extraño en la historiografía, no por el hecho de dejarlo como Dios, sino por las reflexiones al final del segundo tomo de un "determinismo racial" del chileno y como Portales logra superar ese obstáculo, sin parangón en Latinoamérica.
Aunque suene la obra algo tendenciosa, tiene algo de razón en algunos de sus puntos.
Encina trata a Portales como el "Súper Hombre" de Nietzsche, con todas las características del caso.
Obviamente la figura de Portales no es el Dios de Encina, pero tampoco es el Diablo de Lastarria. Su obra hay que contextualizarla en su tiempo... El peor error que podemos cometer como historiadores es juzgar la historia desde la óptica del día de hoy.

Por lo tanto considero que la obra de Encina es de todas formas un gran aporte. Por que nos da una visión con la cual nos hace pensar y ese ejercicio siempre es saludable.